Los documentos necesarios para tasar una vivienda son imprescindibles si desea obtener una valoración oficial, válida ante notarios, entidades bancarias o para procedimientos judiciales.

Desde la nota simple hasta los planos acotados o el contrato de arrendamiento en caso de que la vivienda esté alquilada, existe un conjunto de papeles que será obligatorio presentar según el tipo concreto de inmueble y su situación registral o urbanística.

En este artículo, le explicamos detalladamente qué debe reunir antes de contactar con un tasador profesional.

Documentos necesarios para tasar una vivienda

Qué papel desempeñan la nota simple y la certificación registral

La nota simple es un extracto informativo que detalla la titularidad del inmueble, su ubicación, superficie y las posibles cargas que existan sobre él. Tiene una función orientativa, mientras que la certificación registral es un documento con validez legal, firmado por el Registrador de la Propiedad, que garantiza la situación jurídica del bien. Para realizar una tasación hipotecaria o judicial, se recomienda aportar ambos documentos, con una antigüedad inferior a tres meses.

Documentación catastral y referencia catastral

La referencia catastral permite identificar inequívocamente el inmueble en el Catastro. Junto a ella, es útil contar con una copia del recibo del IBI o un certificado catastral descriptivo y gráfico. Estos documentos son clave para contrastar la realidad física con la información registral y legal, además de servir como base para detectar discrepancias entre superficie construida, uso y lindes. Para una tasación oficial, esta documentación es parte esencial del expediente.

Escritura de propiedad

Cuando no se puede obtener una nota simple actualizada, la escritura pública de compraventa, herencia o donación también sirve como prueba de titularidad. No obstante, debe ir acompañada de otra documentación registral más reciente para asegurar la validez de los datos.

Cédula urbanística, de calificación y habitabilidad

En los casos de viviendas nuevas o en suelos con condiciones específicas, se puede requerir la cédula urbanística, que certifica la compatibilidad del uso con el planeamiento vigente. Las viviendas sujetas a protección oficial deben incluir la cédula de calificación definitiva, y en inmuebles ya terminados, suele ser necesaria la cédula de habitabilidad o licencia de primera ocupación para acreditar que pueden destinarse legalmente a uso residencial.

Planos acotados y comprobación de superficie

Si se dispone de planos acotados visados por técnico competente, se deben aportar. Son de gran ayuda para el tasador, ya que permiten validar la superficie útil y construida sin depender exclusivamente del levantamiento manual. En ausencia de estos planos, el técnico realizará un croquis durante la visita. Comparar los datos aportados con los reales es parte de la metodología de tasaciones conforme a la Orden ECO 805/2003.

Licencia de obra y proyecto visado

Si la vivienda está en construcción o ha sido objeto de reforma reciente, será imprescindible aportar la licencia de obra expedida por el ayuntamiento y el proyecto visado por el colegio profesional correspondiente. También es habitual requerir la memoria de calidades y, en casos de obra nueva, el certificado de eficiencia energética y el seguro decenal.

Certificación de obra y contrato de ejecución

Durante una tasación intermedia de obras, se solicita la certificación de obra firmada por la dirección facultativa, así como el contrato de ejecución firmado con la constructora. Estos documentos son vitales para calcular el porcentaje ejecutado, su coste y los flujos pendientes de inversión, todo dentro del marco legal para tasar una vivienda en construcción.

Contrato de arrendamiento y recibos en vivienda alquilada

En caso de estar la vivienda alquilada, el contrato de arrendamiento en vigor y los últimos recibos de pago deben aportarse para valorar su rentabilidad. Esto es crucial si se quiere realizar una tasación ajustada al mercado de alquileres, o si se busca formalizar una hipoteca con garantía sobre una vivienda arrendada.

Protección oficial (VPO)

Cuando el inmueble goza de régimen de protección oficial, no solo se debe presentar la cédula de calificación definitiva, sino también cualquier documento que limite el precio máximo de venta. Este tipo concreto de valoración debe ajustarse a módulos oficiales o valores fijados por la administración, y requiere especial atención por parte de la sociedad de tasación encargada del informe.

Licencia de apertura y fondos de comercio (para locales u oficinas)

Si el inmueble objeto de tasación alberga una actividad económica, como un comercio u oficina, será necesario aportar la licencia de apertura y, en su caso, documentos que acrediten la existencia de un fondo de comercio. Este tipo de documentación necesaria es frecuente en tasaciones de bienes ligados a explotación económica.

Sociedad de tasación homologada y tasación hipotecaria

La tasación será válida ante una entidad financiera únicamente si la realiza una sociedad de tasación homologada por el Banco de España. Estas entidades cumplen con criterios de independencia, solvencia y experiencia. Para solicitar una hipoteca, la tasación debe tener una antigüedad inferior a seis meses y haberse realizado bajo normativa vigente. El valor reflejado en el informe determinará el importe máximo del préstamo hipotecario.

Bienes muebles, protección oficial y supervisión del Banco de España

En algunos casos, los bienes muebles —como equipamiento fijo o instalaciones técnicas— también se valoran si forman parte del inmueble. En viviendas con calificación VPO, debe respetarse el precio máximo fijado por la administración y documentar la transmisión conforme a la normativa aplicable. El Banco de España vela por la transparencia y objetividad de las tasaciones realizadas en el marco hipotecario.

Obligatorio presentar: resumen final de documentos

Para que una tasación oficial sea válida, le recomendamos reunir la siguiente documentación:

– Nota simple o certificación registral actualizada
– Escritura de propiedad
– Referencia catastral y documentación catastral
– Planos acotados o croquis
– Cédula urbanística, de calificación y/o habitabilidad
– Licencia de obra, proyecto visado, memoria de calidades
– Contrato de ejecución de obra y certificaciones parciales
– Contrato de arrendamiento y recibos (si está alquilado)
– Licencia de apertura y documentación comercial (si aplica)
– Certificado energético, seguro decenal (en obra nueva)
– Tasación realizada por sociedad homologada

Cómo preparar la tasación y el informe técnico

Una vez reunida la documentación necesaria, el siguiente paso es contactar con un tasador que pueda verificar in situ la realidad del inmueble. El técnico contrastará toda la documentación aportada con la inspección visual, medirá superficies, comprobará usos, materiales y estado de conservación. Posteriormente, emitirá un informe conforme a la metodología de tasaciones legalmente establecida, que será válido a efectos oficiales, jurídicos o hipotecarios.

Contar con todos estos documentos —nota simple, documentación registral, planos acotados, licencias, contratos, certificados y datos catastrales— garantiza una tasación oficial precisa, válida y ajustada a la normativa vigente. Si desea un tasador inmobiliario profesional de confianza en cualquier provincia de España, en tasadorfiable.es puede encontrar el perfil adecuado. La mejor forma de asegurar un proceso correcto es preparar adecuadamente los documentos necesarios para tasar una vivienda.